lunes, diciembre 19, 2005

Antes ya fui pescador de abejas

A Sol Pérez
Antes ya fui pescador
de abejas en un jardín
cerca de plaza mayor

Lanzar siempre el anzuelo,
y de vuelta, sólo el polvo
siempre el polvo, siempre

y así, a fuerza de repetir
asirse a los miedos
como única propiedad posible

Da tristeza bajar la vista
y no encontrar más que
polvo en los ojos

[Dejo caer el dorso de la mano
sobre la ardiente tapa de los sentidos]

Aquí va el olvido abriéndose
paso entre todas las miserias

La máquina más antigua de dios
/ el tiempo/
segó el campo blando de cantar
Sólo silenciados fuimos más nosotros mismos
nadie ha hablado menos que ese día

Antes ya fui pescador
de abejas en un jardín
cerca de plaza mayor

Lanzar siempre el anzuelo,
porque no aprendí nunca a tejer redes
a solas conmigo el polvo
siempre yo silencio, siempre

lunes, diciembre 12, 2005

Siete nubes


i
Me quedan de ti siempre las nubes y su lenguaje desconocido, su lento anonimato que conmueve.


ii
... y un jardín de nubes bajas rosa a penas las calles oscuras de mi mano. No sé si se van discorriendo para mostrar mi destino, o lo van dibujando.


iii
Un mar lejanísimo se refleja en el cielo, desde aquí se ve solamente la espuma de las olas que parece nubes.


iv
...y el mismo mar azul que es un cielo sin nubes.


v
Qué silencio habrás dicho que en algún lugar hay una triste nube herida que está sangrando luz.


vi
Con tu nombre de estrella imprescindible dibújame una voz en mi alma no menguante.


vii
Siempre, aun de noche, el sol está brillando. Ninguna nube, por aterradora que sea ella o por débiles nosotros debe hacernos olvidarlo.