lunes, diciembre 12, 2005

Siete nubes


i
Me quedan de ti siempre las nubes y su lenguaje desconocido, su lento anonimato que conmueve.


ii
... y un jardín de nubes bajas rosa a penas las calles oscuras de mi mano. No sé si se van discorriendo para mostrar mi destino, o lo van dibujando.


iii
Un mar lejanísimo se refleja en el cielo, desde aquí se ve solamente la espuma de las olas que parece nubes.


iv
...y el mismo mar azul que es un cielo sin nubes.


v
Qué silencio habrás dicho que en algún lugar hay una triste nube herida que está sangrando luz.


vi
Con tu nombre de estrella imprescindible dibújame una voz en mi alma no menguante.


vii
Siempre, aun de noche, el sol está brillando. Ninguna nube, por aterradora que sea ella o por débiles nosotros debe hacernos olvidarlo.