Amplio mar
Hoy escuché tu luz bajando por una orilla de la noche,
hablé de ti con los que no te conocieron.
Hoy cuando perdí la voz ensoñé de ti
hasta que el mar amplio dijo presente
en la áspera voz de todo lo mal conocido.
Tu abrazo vino a mí
aquí vamos codo a codo.
Al mediodía tu olor ha pasado a verme,
yo había salido, no dejó ni una nota.
Ahí va.
Sola como quien sabe
que sólo supone lo que sabe,
toda espera vio.
Esperanzada en que algún día
se volverá a servir esta primera sangre,
sobre el vaso aquel del que nadie ha bebido.
Hablo sólo para ti,
esta sangre que espera, espera ser llevada al río.
Estoy junto al mar repitiendo un nombre,
en voz baja digo
te estoy armando sólo con la luz.
Tengo tres mil años,
estoy aprendiendo a mirar.
Cuando tú levantes la vista hacia lo hondo de la calle
y no te encuentres en la paz de las adivinaciones,
entonces mi voz volverá a sangrar
qué buena piedra/ qué amplio mar/ qué cielito.
hablé de ti con los que no te conocieron.
Hoy cuando perdí la voz ensoñé de ti
hasta que el mar amplio dijo presente
en la áspera voz de todo lo mal conocido.
Tu abrazo vino a mí
aquí vamos codo a codo.
Al mediodía tu olor ha pasado a verme,
yo había salido, no dejó ni una nota.
Ahí va.
Sola como quien sabe
que sólo supone lo que sabe,
toda espera vio.
Esperanzada en que algún día
se volverá a servir esta primera sangre,
sobre el vaso aquel del que nadie ha bebido.
Hablo sólo para ti,
esta sangre que espera, espera ser llevada al río.
Estoy junto al mar repitiendo un nombre,
en voz baja digo
te estoy armando sólo con la luz.
Tengo tres mil años,
estoy aprendiendo a mirar.
Cuando tú levantes la vista hacia lo hondo de la calle
y no te encuentres en la paz de las adivinaciones,
entonces mi voz volverá a sangrar
qué buena piedra/ qué amplio mar/ qué cielito.
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