jueves, junio 23, 2005

Yo, otro

Todo está cerca del final y qué bueno que
nadie parece notarlo
Yo mismo por ejemplo soy
una sombra caminando en muchas
calles a la vez soy
una mano que se estira pero
nunca toca nada soy
una canción grabada en la
contestadora un mensaje que
no llega a su destino soy
alguna idea que está en tu
cabeza y quisiera yo
saberla sin que tú digas
nada Todo está cerca del final y sólo
yo lo veo preguntas si te
odio yo sin pensarlo
digo yo
Todo está cerca del final y
qué bueno que
yo

jueves, junio 16, 2005

(Notas secas del náufrago 11)

Pareciera que lo que es mejor no es siempre lo mejor. Sin embargo hay ciertos tipos que aún esperan en los aeropuertos. Esos sujetos se ponen a vivir en segundo plano, en la marginalidad de la espera, y hacen listas de lo que se fue, sabiendo o pensando que habrá de volver, que en cualquier momento aparecerá bajando la escalerilla del siguiente vuelo.
A veces sin comprender, y otras fingiendo que lo han entendido, abandonan la misión. Un poco en entender está el secreto, un poco solamente. Lo demás está en recordar, hay demasiados entendimientos por recordar. Para eso quizá sean los libros. Algunos días es más fácil que otros, pero en los verdaderamente difíciles, uno olvida respirar, pensar con claridad, mirar a los costados, sonreírle a la gente en la calle, armar la realidad correcta en nuestras mentes, dejar ir todo lo que se tiene que ir; sobre todo, dejar partir lo que ya se fue. Algo así como soltar amarras de los barcos que navegan por ríos interiores. Es una ventaja estar solo dentro de cuatro muros de piel, y no hacer más que dedicarnos seriamente a lo que nos incumbe, a lo que nos toca...

miércoles, junio 15, 2005

(Notas secas del náufrago 9)

Y redescubrir que lo único que importa es la mente. Ahora mismo trabajo sobre una grabación mental escuchada hace mucho tiempo. Los impulsos nerviosos vienen a mí como reproducidos por una vitrola. La aguja corre en el surco, y ese sonido es triste porque nos recuerda algo que se fue.Esa tristeza existe, en menor medida, en las cintas magnéticas, y desapareció por completo en los discos compactos. Pero ¿a dónde van esas grabaciones? A donde va todo lo que pretende ser recordado: al olvido. Al olvido de los años, de las cosas, de la desesperación o de las imágenes aplastadas unas sobre otras en un libro colocado con cuidado en una estantería inalcanzable, en bibliotecas desconocidas que quedaron atrapadas en sótanos de los que un anciano se comió la llave.
Todos moriremos, la llave se perderá, con ella el sótano, la estantería, el libro, la imagen, la palabra, pero el olvido permanecerá. Cómo es que siendo el olvido parte de la mente, la supera. Cómo siendo contenido, la contiene. Cada vez que el olvido deja a la mente, la mente se va.Incomprensible, sin duda. Al final de todo, la mente es superior. Ahora mis dedos, antes de ser mis dedos, son su movimiento sobre estás teclas, antes de ser movimiento, son una moviola, son su manivela, y son esa imagen que se repite en la pantalla, y que luego recreo en los ojos. Todo está sucediendo en este momento, hasta el pasado está sucediendo segundo a segundo en este momento. Todo eso lo escucho en la grabación, en el disco que no ha dejado de girar. Lo único que importa es la mente, es ella toda salud, toda sombra, toda cercanía a la irrealidad.

Una parte del secreto está en entender. Lo demás es recordar, hay demasiados entendimientos por recordar. Para eso quizá sean los libros. Posted by Hello